Discriminación laboral sufren LGBTI en Cuenca, según grupos activistas

Solo el 41 % de esta población, en Cuenca, tiene remuneración fija, según revela estudio universitario.

Marlon, como lo conocen sus amigos, es gay. Tiene 34 años y es químico farmacéutico, además de instructor de lenguaje de señas.

Nació en Sucúa, perteneciente a la provincia oriental de Morona Santiago, pero vive hace unos 20 años en Cuenca. Trabaja para una cadena de farmacias. Es el encargado de clasificar medicamentos e insumos médicos, pero además de certificar la preparación de pomadas, ungüentos y aceites aromáticos. Por todo eso recibe un sueldo de cerca de 900 dólares.

A pesar de que esta remuneración no se equipara al conocimiento y esfuerzo se ve obligado a aceptarla. Esto porque fue despedido de dos trabajos anteriores por su identidad sexual. Estuvo casi un año desempleado.

“Aunque de este tema muchos evitan hablar, esto es real. En la parte laboral se siente la discriminación con fuerza hacia los gays, nos pagan menos que al resto o simplemente no nos dan trabajo…”, dijo.

Estudio

Y esto se refleja en un estudio hecho por la Universidad de Cuenca, que se denomina “Realidad Política, Derechos, Discriminación y Violencia de la Población LGBTI de la ciudad de Cuenca 2016”.

Este diagnóstico para el que se tomó una muestra de 101 personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersex (LGBTI) reveló que solo el 41 % de esta población en Cuenca tiene una remuneración fija.

Y de ellos el 51 % gana hasta 400 dólares; el 29 % entre 401 y 800; el 10 % de 801 a 1.200; el 3 % desde 1.201 hasta 1.600 y solo el 5 % tiene un salario que llega a los 2.000 dólares.

Otras cifras que reveló este estudio universitario fue que el 45 % de los LGBTI viven con su padre o madre; el 21 % con su pareja; el 16 % solos; el 11 % con familiares, y el 7 % con amigos.

Informalidad

Igualmente la investigación revela que el 41 % tiene un trabajo dependiente; el 29 % estudia; el 21 % trabaja de manera independiente; el 1 % labora en la informalidad e igual proporción consta con la condición de jubilados.

Además, que el 27,7 % de los LGBTI son lesbianas; el 49,5 %, gays; el 17,8 %, bisexuales; el 3 %, transexuales; el 1 %, intersexuales; y, un 2 % son clasificados como otros. Jorge Luis Betancourt es el coordinador del colectivo Verde Equilibrante y cree que aunque en la provincia hay dos ordenanzas para los derechos de esta población aún faltan políticas para que haya un respeto efectivo.

Estas son: Ordenanza para la Garantía de los Derechos Humanos, Libertades y el Reconocimiento de la Diversidad Sexual y la Identidad de Género, que fue aprobada por el Gobierno Provincial del Azuay en marzo de 2016.

También esta la Ordenanza para la Inclusión, el Reconocimiento y Respeto a la Diversidad Sexual y Sexo Genérica en Cuenca, que aprobó el Concejo Cantonal de Cuenca, en 2016. “Por ejemplo, ninguna de las dos ordenanzas contempla aunque sea un pequeño presupuesto para financiar las actividades y eso es una limitación a la hora de aplicar las políticas…”, indicó.

Para Betancourt, estas dos normativas si bien han servido para poner este tema en debate de los derechos de este sector poblacional, no han logrado solucionar algunas problemáticas. Por ejemplo, la discriminación a la hora de conseguir arriendos para los LGBTI, pues denuncian que su condición de identificación sexual es una limitante, dado que los arrendatarios se niegan a recibirlos.

En esto coincidió Javier Chuchuca, de 24 años, estudiante de Psicología de la Universidad de Cuenca y activista LGBTI, para quien es urgente atender esta problemática.

Fernanda Ramírez, catedrática y quien dirigió la investigación que hizo la institución universitaria, también considera que hay falencias en las ordenanzas que deben revisarse.

“Se trata de ordenanzas bien elaboradas desde luego, pero que no deja de ser meramente declarativa, no reivindica los derechos de la población LGBTI…”. (CSM)-(I)

Fuente: elmercurio.com