Sólo cinco minutos de ejercicio vigoroso a diario pueden reducir el riesgo de cáncer
El cáncer es una de las principales causas de muerte global, ya que es responsable de casi uno de cada seis fallecimientos, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Debido a esto, la lucha contra las enfermedades oncológicas es una prioridad para los científicos y la prevención y el tratamiento son áreas de investigación intensa.
En este contexto, un hallazgo reciente ha arrojado luz sobre una posible forma de reducir el riesgo de cáncer. Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Sydney, Australia, ha encontrado que la actividad física intermitente y vigorosa (conocida como VILPA por sus siglas en inglés) puede jugar un papel crucial en la prevención del cáncer.
El estudio, publicados en la revista JAMA Oncology, consideró este tipo de ejercicio como actividades breves y enérgicas como caminar rápidamente, subir escaleras, correr para alcanzar el transporte público o jugar activamente con los niños.
"Una dosis mínima de alrededor de 3,5 minutos por día se asoció con una reducción del 17% al 18% en el riesgo total de cáncer en comparación con no realizar ninguna actividad de este tipo", dijeron los investigadores (Getty)
Emmanuel Stamatakis, autor principal del estudio y miembro de la Universidad de Sydney, comparó la actividad física intermitente y vigorosa con aplicar los principios del entrenamiento de intervalos de alta intensidad a la vida diaria.
Utilizando datos de acelerómetros en la muñeca de 22.398 participantes, el equipo pudo analizar la actividad física, la intensidad y la duración. La muestra excluyó a pacientes con cáncer y se centró en aquellos que no hacían ejercicio regularmente.
Moverse para prevenir enfermedades
Durante un período de observación de aproximadamente 7 años en los participantes se detectaron 2.356 episodios de enfermedades oncológicas. Los resultados mostraron que incluso los niveles más bajos de actividad física intermitente y vigorosa (entre 3 y 6 minutos por día) resultaron en tasas de cáncer 17-18% más bajas.
Incrementar la actividad física vigorosa a solo cuatro o cinco minutos por día, en series de un minuto, se asoció con una reducción significativa en el riesgo de cáncer.
Y un dato contundente al que arribaron los investigadores es que aquellos que promediaron 4,5 minutos al día de actividad física intensa y breve tenían hasta un 32% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades oncológicas.
Stamatakis explicó que, aunque se sabía que la falta de ejercicio aumenta el riesgo de cáncer, no fue hasta la aparición de dispositivos portátiles como las pulseras deportivas que se pudo estudiar el impacto de breves ráfagas de ejercicio en la vida diaria.
A pesar de que se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, los resultados preliminares son prometedores. Para aquellos que encuentran difícil o desagradable hacer ejercicio regularmente, la actividad física intensa e intermitente podría ser una opción eficaz y económica para reducir el riesgo de cáncer.
Como señaló el científico, es una práctica sencilla y sin costos que podría empezar a promoverse entre todos, ofreciendo una nueva esperanza en la lucha contra esta enfermedad mortal.
Fuente: Infobae
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